martes, 5 de enero de 2010

Errores y aciertos.

. . .

Hay errores que no quisiera repetir, el más grande de ellos es no ser sincero, el problema es que hay muchas ocasiones en las que tienes que dejar atrás esa gran virtud humana y debes... mentir, omitir información.
A veces por no ser sinceros prolongamos males que nos matan a cada segundo. Ahora yo me estoy muriendo, muero por dentro sabiendo que oculto algo, que he querido revelar pero, por miedo a la negativa, guardo. Intento decir con indirectas lo que me aprieta el pecho y cuando lo descubren o me siento seguro de que obtendré buenos resultados, lo hago y lo digo. No sé si está bien ocultar cosas, pero ocultar sentimientos no solo está mal, daña, hiere, convierte a cada instante la persona en un ser agonizante.

Muchas veces dije estar enamorado. Y muchas otras dije odiar. Cuando me sentí confundido por un cariño especial, un abrazo... un beso cerca de los labios. Dije estar enamorado. ¿Estuve enamorado?
Una vez tuve una relación con una mujer. No era que deseara su afecto, deseaba otras cosas. Cosas que ahora no quiero. Cuando la tuve, me dio asco. Hoy no puedo creer que haya tenido esos pensamientos, esa actitud frente a la mujer. ¡Las mujeres no son objetos! No son premios, no son tesoros, no son joyas caídas del cielo. Son personas. Son sencillamente mujeres, así como yo soy sencillamente un hombre. Tenemos conciencia, conocimientos, sueños, esperanzas, virtudes y defectos, metas logradas y fracasos. Al igual que cualquier ser humano, una mujer, igual que un hombre, necesita de sus emociones, producto de sus sentimientos. Los sentimientos son obras puras del espíritu, pero se ven manchadas por la mente. Una mujer, al igual que un hombre, necesita amar.
"Lo más importante es amar y ser amado".
Ahora tengo la convicción de que mis miedos son producto de mi maldita mente. Alguien dijo que si no fuera por los factores externos, los seres humanos seríamos ángeles o demonios. Yo digo que seríamos ángeles si no fuera por nuestras perturbadas mentes. Lo difícil es saber si acaso es un delincuente o un hombre que llora mirando el río es quien tiene la mente más perturbada.
Mi mente está perturbada ahora. Mi corazón late más fuerte y no puedo detenerlo. Ayer concebí sentimientos que no sé, ¡mierda de no estar seguro!, si es correcto, si acaso es ético tenerlos. No puedo leer tranquilo, ¡ni siquiera puedo escribir éste párrafo sin pensar en aquello! Prometí no pasarme éste rollo... perdón.
(¿Me harías otra tarjeta?)

El amor parece un juego cuando te das una vuelta por algún parque de Santiago. ¡Imposible que sea así! Al pan, pan. Al vino, vino. ¿Cuantas restricciones vienen contigo? ¿Cuantas obligaciones te acompañan? ¿Cuantos malos ratos me darás?
¿Cual es el hermoso juego de estar enamorado, si es una condición tan restringida, que tiene obligaciones, muchas veces gastos y malos ratos?
No soy un tipo celoso, pero no me gusta verte cerca de otro. Pero insisto, no soy celoso y, para mi desgracia, no me corresponde serlo. Tienes a alguien más y debo respetar eso. El otro debe ser el celoso, porque a él sí le corresponde, yo sólo seguiré siendo esclavo de mis sentimientos y emociones, hasta que llegue el momento de volverte a ver, en el instante en que tú puedas venir a mí libremente. Espero ese día.
Yo seguiré yendo hacia ti, e iré a buscar eso que me falta de ti. Pero no puedo robármelo y llevármelo. Debo ir y visitar aquello que hace de ti la persona que quiero tener a mi lado, no puedo llevármelo porque el contrato está con la firma de otro, y otro es quien puede llevárselo.

¿Vendrás algún día? ¿Conseguiré poner en orden mis pensamientos y mis sentimientos? ¿Conseguiré ordenarlos para que permanezcan en armonía? ¿Podré abrazarte nuevamente? ¿Podremos correr hacia la regadera del parque sin preocuparnos de mojarnos y que alguien descubra que estuvimos en el parque juntos?
Gracias por existir. Gracias por devolverme la vida que perdí. Falta me hacía desde hace tiempo. Pero tengo miedo. Siempre he tenido miedo hasta de mi propia sombra y ahora nuevamente me doy miedo por lo que podría transformarse en un error, pero debo ser libre, quiero ser libre. Libre de mis mentiras, libre de mis omisiones. Libre de un secreto que, insisto, probablemente ya lo supones, ya te lo dije con alguna indirecta. Ya lo debes tener claro. Te contaré la verdad.
Cambiaría todo lo que tengo por hacer de éste secreto una verdad compartida, una verdad común de ambos. Me da pánico pensar en que te lo diré y que luego me dirás que no tengo oportunidad para que se vuelva en algo recíproco.
Sé que estás con otro. Lo respeto.
Sé que esto te confunde. Más aún, mucho más de lo que a mí me confunde.
Sé que no es facil. It's a hard life (Es una vida dura).
Sé que no me dirás lo que quiero oir apenas te lo cuente. Es más, creo que podría ser fatal si llego a contártelo.
Sé que mueres a cada instante en que esto pasa por tu mente. Yo estoy en coma.
Sé que necesitas respirar. El aire se hace poco cuando esto atraviesa los pensamientos.
Y creo que sientes algo por mí, pero no puedes decírmelo porque hay alguien más que te llama a la "cordura".

He sido un hombre muchas veces malo, perverso, maquiavélico... pero también lloro. Los guerreros, los políticos, los machistas, todos los hombres lloran. Yo también. Y ahora que terminaré de escribir esto... lloraré. Iré al baño, y en secreto, lloraré.

Busca un día en tu agenda, no te comprometas a nada en ése día. Debemos vernos lo antes posible...