martes, 17 de marzo de 2009

El que Quiera Entender que Entienda

Cuánto ha de esperar
para al fin poder hallar
la otra mitad de mí
que me acompañe a vivir.

Nadé tiempo en un mar
de apariencia, y ahogué el amor.
No sé puede ocultar
el perfume de una flor.

Cuánto me cuesta sobrevivir,
cuánto sonreír
sin poder quitarme el antifaz
que me disfraza de normal.

Y volveré a buscarte
allí hasta donde estés,
tan sólo quiero amarte
y poder tener
alguien en que apoyarme
alguien en quien volcar
todo el amor que cercenó el qué dirán ...

No más miedo a entregar
mis labios sin antes mirar,
no más miedo a acariciar
nuestros cuerpos y soñar.

A la mierda con
el armario y el diván
y si hay que luchar,
luchar es educar,

que en asuntos del corazón
no hay regla de dos.
Que somos distintos, somos iguales
no más guetos, alza la voz.

Y volveré a buscarte
allí hasta donde estés,
tan sólo quiero amarte
y poder tener
alguien en que apoyarme
alguien en quien volcar
todo el amor que cercenó el qué dirán ...

Y cuando llegue el final
el otoño de nuestro amor
yo te esperaré. Mientras, vive
y lucha por tener

derecho a elegir
con qué cabeza tu almohada compartir.
Orgulloso de ser quien eres
y no como deberías ser.
Cuanto me cuesta sobrevivir
cuanto sonreír
sin poder quitarme el antifaz
que me disfraza de normal.

Y volveré a buscarte
allí hasta donde estés,
tan sólo quiero amarte
y poder tener
alguien en que apoyarme
alguien en quien volcar
todo el amor que cercenó el qué dirán ...


Autor: Txus di Fellatio

Un Siete en Hipocresía

Buenos días, buenas tardes, buenas noches, según sea el caso. Hoy les hablaré la gente hipócrita, en especial, de nuestras autoridades, quienes tienen un siete en hipocresía.

Autoridades como el alcalde de la comuna de Santiago, Pablo Zalaquett, quien dice que está dispuesto a escuchar a los estudiantes, y a dar solución en lo posible a sus problemas, pero resulta que cuando programa un foro de discusión en nuestro liceo, llega una hora tarde y más encima, llega tratando a nuestros compañeros de insolentes y maleducados, por citar sus frases célebres donde se contradice.

Lo mismo dice la ministra Mónica Jiménez, quien provoca la expulsión de María Sepúlveda de su liceo por lanzarle un jarro con agua a la ministra. La cabra chica, fue insolente con una autoridad, es más la agredió, pero ése no es motivo para expulsarla de su liceo, es más, es motivo para dejar sin trabajo a sus profesores y a la dirección de su establecimiento de educación, porque han fallado en educarla, porque no ha recibido educación de calidad y no ha aprendido a respetar a la autoridad – aunque no se le quiera–.

Un error que cometió y comete Jorge Toro, quien dio a un grupo de alumnos de su liceo – Amunátegui – su protección por militar la juventud de su partido, la Democracia Cristiana. A un amigo llamado Cristian – Jorgito lo llama – por problemas de rendimiento debía ser expulsado de aquél liceo, y por haberse inscrito en el JDC, lo ‘apernó’ ahí. Así mismo es como conozco un caso dentro de nuestro liceo, en que Jorge Toro, deniega la matrícula de un alumno simpatizante de un movimiento político de izquierda, dirigente estudiantil y miembro del CAIN, en circunstancias poco claras, bajo un proceso oculto y fuera de toda ley y regla que rija el poderío de la dictadura de éste personaje.

Me llega al alma, el hecho de que nuestra ‘educación pública de calidad’, como la ministra Jiménez dice que tenemos, se vea manchada por estos hechos. Gente que manipula nuestras instituciones a gana de sus partidos políticos. Como quería hacerlo la lista 2 de las elecciones recién pasadas de CAIN, en que un movimiento, bajo el alero del Partido Comunista y la Izquierda Cristiana y seguramente financiado por ellos, quiso quedarse con la institución que representa al alumnado, para representar los ideales de sus partidos. ¿El centro de alumnos debe representar a los alumnos a los partidos políticos? No faltará el sonso que va a decir ‘partidos políticos’, pero ahí lo hacemos a un lado y le decimos que no, que el centro de alumnos es para representar a los alumnos.

Espero que ahora tengan una visión más generalizada de todo éste asunto de la hipocresía en nuestra política, la política estudiantil. Invito a la comunidad estudiantil y a los profesores, a luchar por lo que consideran justo, y a innovar en lo que son las formas de manifestación, que hagan algo que realmente haga que la gente diga: ‘adelante, sigan así’; y no: ‘¡ya están estos niños chicos destrozando el liceo!’.

Fuerza compañeros, que la ‘revolución pingüina’ no termina con la LGE o la LEP, sino que termina cuando tengamos realmente UNA, educación pública de calidad, gratuita para los hogares chilenos. ♥♦♣♠

sábado, 14 de marzo de 2009

James Douglas Morrison: Una plegaria Americana


¿Has sentido el calor del progreso
bajo las estrellas?

¿Sabes que existimos?

Has olvidado las llaves
del reino

¿Has nacido
y estás vivo?
              
Reinventemos a los dioses, a los mitos
seculares

Adoremos los símbolos de los profundos bosques ancestrales

(Has olvidado la lección
de la antigua guerra)
              
Necesitamos doradas, inmensas copulaciones
              
Los padres cacarean en los árboles
del bosque
Nuestra madre murió en el mar
              
¿Sabes que son plácidos almirantes
quienes nos conducen al exterminio
y que obesos y torpes generales adquieren
el obsceno vicio de la sangre joven?
              
¿Sabes que nos gobierna la t.v.
La luna es una bestia de sangre reseca
Bandas de guerrilleros lían porros
en el vecino patio de viña verde
y se aprovisionan para la guerra en las inocentes espaldas
de boyeros agonizantes?
              
Oh gran creador del ser
concédenos una hora más para
redondear nuestro arte
y perfeccionar nuestras vidas
              
Las polillas y los ateos son dos veces divinos
y moribundos
Vivimos, morimos
y la muerte a nada pone fin
Seguimos viaje hacia la
Pesadilla
              
Cuélgate de la vida
Flor nuestra de pasión
Cuélgate de las conchas y de las vergas
de la desesperanza
Nuestra última visión nos la dio
la gonorrea
La entrepierna de Colón se hinchó
de muerte verde
              
(Le toqué la pierna
y la muerte sonrió)
              
Nos hemos reunido en este loco
y antiguo teatro
Para pregonar nuestra pasión de vivir
y huir de la multitudinaria sabiduría
de las calles
              
Han echado abajo las puertas
Protegen las ventanas
y queda uno
Para bailar y salvarnos
Con la divina burla
de las palabras
La música enciende el ánimo
              
(Cuando a los asesinos del único Rey verdadero
deambular libres se les permite
mil Brujos aparecen
en el país)
              
Dónde están los festines
que nos prometieron
Dónde el vino
el Vino Joven
(muriendo está en la viña)
              
burla constante
concédenos una hora para la magia
Nosotros los del guante de púrpura
Nosotros los del vuelo de estornino
y hora de terciopelo
Nosotros los de la raza del placer árabe
Nosotros los de la bóveda del sol y de la noche
              
y por vuestra sedosa
acolchada casa
una cabeza, sensatez
y una cama
              
Turbulento decreto
La burla constante
te reclama
              
Teníamos la costumbre de creer
en los buenos tiempos
Seguimos disfrutándolos
En cuentagotas
              
Las Cosas de la Bondad
y un cejo desfruncido
Olvidan y toleran
              
¿Sabías que la libertad existe
en un libro escolar?
¿Sabías que los locos
gobiernan nuestra cárcel
en una celda, en una checa
en un remolino blanco,
libre y protestante?
              
Estamos colgados cabeza abajo
al borde del aburrimiento
Buscamos la muerte
en el cabo de una vela
Buscamos algo
que nos ha encontrado
              
Podemos inventar nuestros propios reinos
imponentes tronos de oro, esos sitiales de lujuria,
y estamos obligados a amar, en herrumbrosas camas
              
Ser un collage de polvo de magazine
rascado en las frentes de los muros de seguridad
Esta es la cárcel perfecta para quienes deben
levantarse temprano y luchar por esos
valores inservibles
mientras muchachas llorosas
exhiben sus miserias y hacen pucheros
delirantes palabras para
un personal que está de atar.
              
Oh, estoy harto de dudas
Vivo en la luz de la certeza
Sur
              
Crueles vínculos
Los sirvientes tienen el poder
hombres-perros y sus mezquinas mujeres
cubren con míseras sábanas
a nuestros marineros
(¿dónde estabas a la hora de apoyarnos?)

¿Ordeñar un bigote?
¿o moler una flor?
Estoy harto de caras agrias
Que me observan desde lo alto
de su Torre de T.V. Quiero rosas en
el cenador de mi jardín. ¿Entendido?
              
Nos esperan para llevarnos
al jardín dividido
¿Conoces la palidez y el impúdico temblor
de la muerte que llega a insólitas horas
sin avisar, sin cita previa
como una horrible invitada empalagosa
con la que te has encamado?
              
Con nosotros fabrica ángeles la muerte
y nos pone alas
donde teníamos brazos
suaves como garras
de cuervo
              
Basta de dinero, basta de disfraces
Este otro Reino parece con mucho el mejor
hasta que su otra mandíbula revela el incesto
y la relajada obediencia a una ley vegetal
              
No iré
Prefiero un Festín de Amigos
a la familia Gigante
(1970)

Traducido por Ana María Moix
Dedicado a todos mis amigos, en especial a mi gran amiga Macarena

viernes, 13 de marzo de 2009

El Pueblo v/s La TV

Buenos días, buenas tardes, o bien buenas noches – según sea el caso – hoy no les voy a hablar de cómo está todo el mundo luchando contra las emisoras de TV para que den menos cortes comerciales o contra sus controles remotos para que hagan ‘zapping’ más rápido. No, les hablaré de cómo pasamos todo el día viendo los programas de ‘farándula’ del canal 9 y 11, o el programa del ‘Kike’ Morandé, de cómo nosotros nos convertimos en personajes tan estúpidos – como las modelos que en éstos programas aparecen o los más estúpidos personajes de humor, como los que aparecen en el programa de Morandé – que su único fin es sacar risas baratas usando en la forma más vulgar el otro sentido de las cosas.

Sí, risitas baratas. Todo el mundo dice ‘oiga mi chicoooh’, imitando a uno de los personajes más ‘picantes’ de la TV; todos nosotros, gracias a éstos programas, vemos el sentido vulgar de todo, tú ya no puedes decirle a un amigo que te una galleta, porque luego te ofrecerá – insisto, en la forma más baja – sus genitales en donde la espalda cambia de nombre. Cuando tú ves o representas una obra de teatro en un colegio, los chicos buscan esa clase de cosas donde saben que no existen, buscan el sentido desagradable, sucio en las obras de Federico García-Lorca, cosas como ésta no pueden seguir pasando.

¿Acaso no conocemos los programas de TV, aquellos que son buenos, sanos e interesantes como los programas de opinión? Qué tal ‘Tolerancia Cero’ en el 1once, o ése llamado ‘Hoy’ del cuatro. ¿No? Es decir: ¿sólo rendimos culto a Morandé y a las pechugonas – que tanto me provocan – de su programa?

¿Saben porqué los estudiantes de todo nuestro país se han estado movilizando por el transcurso de tres años? Es para que deroguen la LOCE. Sí, pero es algo más. Aparte de sacar ésa última ley que nos ata a todos al régimen dictatorial del General aquél – que si lo nombro, capaz que venga a penarme –, es un petitorio con muchos puntos, con muchas cosas que el gobierno debe encargarse de cumplir. ¿Es acaso que no nos informamos?

¿Hemos pensado alguna vez, en un Chile sin éstos programas tan ordinarios – que detesto por serlo – como el del señor Morandé? Les cuento, Chile podría ser aún mejor, podríamos ser un país desarrollado, de que Chile aún no lo sea, es – en parte – culpa de la TV, porque pasamos más tiempo frente a ella que leyendo un libro o el diario o tomando un poco de aire en el patio.

Hablando de libros: ¿cuántos nos hemos leído éste año – que ya se nos va –? Muchos de nosotros seguramente menos de uno. Sé de tipos que ya han leído quince, les parece poco y están leyendo otros dos simultáneamente.

En un instante, todo se llena de preguntas y de respuestas que incluyen otra pregunta como ‘¿Y si lo hubiese hecho?’. Hay vicios que nos hacen daño, entre ellos está la TV, ésa es la causal de nuestra estupidez, una estupidez colectiva. Otros vicios podrían ser determinados ritmos musicales o la apariencia, la moda que cada quien escoge.

El título lo escogí pensando en que esto es una batalla más de todos los problemas que presenta la sociedad que nos rodea, en estos momentos la televisión nos ataca incluso dormidos pero la pregunta que les voy a hacer es: ¿Qué estamos haciendo nosotros? Les doy la respuesta: ¡Nada, absolutamente nada, sólo los estudiantes han hecho algo, debido a que el canal del gobierno los dejó como unos drogadictos, pero les fue fácil esconderlos, ya que ninguno de ustedes puede dejar la pantalla chica y mirar por la ventana, ninguno puede dejar de vérselas a la Marlen Olivari.

¿Les doy un consejo? Lean un libro titulado "LA CULTURA GUACHACA" o El Aporte de la Televisión Chilena, del sociólogo y escritor chileno Pablo Huneeus y ahí entenderán mejor lo que les digo.