viernes, 13 de marzo de 2009

El Pueblo v/s La TV

Buenos días, buenas tardes, o bien buenas noches – según sea el caso – hoy no les voy a hablar de cómo está todo el mundo luchando contra las emisoras de TV para que den menos cortes comerciales o contra sus controles remotos para que hagan ‘zapping’ más rápido. No, les hablaré de cómo pasamos todo el día viendo los programas de ‘farándula’ del canal 9 y 11, o el programa del ‘Kike’ Morandé, de cómo nosotros nos convertimos en personajes tan estúpidos – como las modelos que en éstos programas aparecen o los más estúpidos personajes de humor, como los que aparecen en el programa de Morandé – que su único fin es sacar risas baratas usando en la forma más vulgar el otro sentido de las cosas.

Sí, risitas baratas. Todo el mundo dice ‘oiga mi chicoooh’, imitando a uno de los personajes más ‘picantes’ de la TV; todos nosotros, gracias a éstos programas, vemos el sentido vulgar de todo, tú ya no puedes decirle a un amigo que te una galleta, porque luego te ofrecerá – insisto, en la forma más baja – sus genitales en donde la espalda cambia de nombre. Cuando tú ves o representas una obra de teatro en un colegio, los chicos buscan esa clase de cosas donde saben que no existen, buscan el sentido desagradable, sucio en las obras de Federico García-Lorca, cosas como ésta no pueden seguir pasando.

¿Acaso no conocemos los programas de TV, aquellos que son buenos, sanos e interesantes como los programas de opinión? Qué tal ‘Tolerancia Cero’ en el 1once, o ése llamado ‘Hoy’ del cuatro. ¿No? Es decir: ¿sólo rendimos culto a Morandé y a las pechugonas – que tanto me provocan – de su programa?

¿Saben porqué los estudiantes de todo nuestro país se han estado movilizando por el transcurso de tres años? Es para que deroguen la LOCE. Sí, pero es algo más. Aparte de sacar ésa última ley que nos ata a todos al régimen dictatorial del General aquél – que si lo nombro, capaz que venga a penarme –, es un petitorio con muchos puntos, con muchas cosas que el gobierno debe encargarse de cumplir. ¿Es acaso que no nos informamos?

¿Hemos pensado alguna vez, en un Chile sin éstos programas tan ordinarios – que detesto por serlo – como el del señor Morandé? Les cuento, Chile podría ser aún mejor, podríamos ser un país desarrollado, de que Chile aún no lo sea, es – en parte – culpa de la TV, porque pasamos más tiempo frente a ella que leyendo un libro o el diario o tomando un poco de aire en el patio.

Hablando de libros: ¿cuántos nos hemos leído éste año – que ya se nos va –? Muchos de nosotros seguramente menos de uno. Sé de tipos que ya han leído quince, les parece poco y están leyendo otros dos simultáneamente.

En un instante, todo se llena de preguntas y de respuestas que incluyen otra pregunta como ‘¿Y si lo hubiese hecho?’. Hay vicios que nos hacen daño, entre ellos está la TV, ésa es la causal de nuestra estupidez, una estupidez colectiva. Otros vicios podrían ser determinados ritmos musicales o la apariencia, la moda que cada quien escoge.

El título lo escogí pensando en que esto es una batalla más de todos los problemas que presenta la sociedad que nos rodea, en estos momentos la televisión nos ataca incluso dormidos pero la pregunta que les voy a hacer es: ¿Qué estamos haciendo nosotros? Les doy la respuesta: ¡Nada, absolutamente nada, sólo los estudiantes han hecho algo, debido a que el canal del gobierno los dejó como unos drogadictos, pero les fue fácil esconderlos, ya que ninguno de ustedes puede dejar la pantalla chica y mirar por la ventana, ninguno puede dejar de vérselas a la Marlen Olivari.

¿Les doy un consejo? Lean un libro titulado "LA CULTURA GUACHACA" o El Aporte de la Televisión Chilena, del sociólogo y escritor chileno Pablo Huneeus y ahí entenderán mejor lo que les digo.

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