jueves, 6 de agosto de 2009

Alcohol: ¿Es realmente bueno? o ¿verdaderamente bendición de Dios?

Bueno. En la edición de éste mes, trataré un tema que tiene una amplia vigencia en nuestra sociedad chilena.

Siete de cada diez chilenos reconoce consumir alcohol de forma ocasional (a lo menos), así que del tema del alcohol, nadie puede decir que no le afecta de alguna manera recóndita en su vida, a no ser que viva en el país Canuto, (aunque, con toda sinceridad, creo que debe de haber varios “hermanitos” buenos para el vinito).

Para ser sincero con todos ustedes, el tema se me ocurrió luego de vivir una experiencia poco agradable para muchos: vomitar producto de beber en exceso una poderosa mezcla de ron con vodka. Pero esto no se queda en el hecho biológico de vomitar, es una experiencia con ribetes épicos, éste hecho es digno de ser comparado con antiguas proezas dignas de ser leyendas (a menos que sea visto de una forma muy superflua y bajo el punto de vista común, sesgado por la crianza católica y por sus viejos valores ya obsoletos que aún actúan en el subconsciente colectivo).


Los héroes griegos, llevaban su cuerpo al límite por un motivo (sea lícito o como en la mayor parte de los casos no), en nombre de una causa que no es la suya. Nosotros mientras tanto, llevamos nuestro cuerpo al estrés en nombre de algo que en sí mismo, que Nietzche había profetizado ya hace unos años: que volvería “éste gran espíritu que estuvo escondido durante el reinado absoluto de la moral de la edad media (existía, pero se avergonzaban de él) y que hasta hoy se le censura, pero esta moralidad ya está en retirada y está en ascenso el espíritu de la tierra, el de la libertad, el del goce. Ésa es mi causa, que puedo decir con toda propiedad MI, ya que la vivo, la disfruto y estoy seguro de la existencia de ella ya que me hace feliz”.


Pero éste gozar del todo no implica un ser suicida, ya que si vivimos más, más podremos gozar; por lo cual si manejas, no bebas y si te hallas en un lugar con personas poco confiables no te borres, porque éste vivir la vida no se trata de ser un kamikaze estúpido, sino de apreciar las condiciones y racionalizarlas, y si es que se puede toma hasta donde se te de puntada.



Y por último: ¡qué viva el espíritu de vivir y el ron con vodka!


Escrito por: Momo

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